El disco de vinilo
¿Ha pensado lo que puede valer hoy aquellos discos que apenas escucha, víctima de las nuevas tecnologías, que compró hace años?
Desempolve y examine detenidamente sus vinilos y compruebe ediciones, fechas, anagramas y portadas; porque a lo mejor usted, ignora que tiene en posesión una estupenda discoteca cuyos ejemplares son valiosos.El coleccionismo del vinilo es un valor en alza. El vinilo se paga, y se paga bien, a pesar de la extinción del disco, cuyo origen de ésta es la llegada de nuevas tecnologías.
Con CD o reediciones, o MP3 se puede tener un acceso más fácil y rápido a esos discos cuyos originales en vinilo valen más de 3000 Euros, Esos originales sólo se encuentran en un mercado limitado de tiendas especializadas de compraventa o segunda mano.
Son muchos los coleccionistas del vinilo debido al carácter nostálgico que encierra, por rememorar una época. El colorido de sus portadas, la estética retro o la parafernalia que lo envuelve, más importante a veces que la música.
Hasta hace poco, los precios subían cada año, ahora cada semana. Lo que sucede es que el buen coleccionista no desea vender, otras veces desconoce el valor de lo que posee. Porque el coleccionista de un grupo, artista o estilo musical, pocas veces cambia de opinión, y sólo decide vender si tiene algún apuro económico o decide coleccionar algo mejor.
Hay que saber que, estas piezas de melómanos no están al alcance de todos los bolsillos. En la actualidad, y según los expertos, existen dos tipos de coleccionistas.
El normal, aquél que hace referencia al seguimiento de un cantante, banda o estilo musical, y al que no le importa que no sea una primera edición, y el coleccionista llamado de élite o serio, que rara vez llega a la tienda.
Según la situación actual, lo difícil es conseguir una primera edición o el original del artista.
El perfil del coleccionista es el de una personas de entre 30 y 40 años, de clase media e inquietudes culturales importantes, cuyo nivel económico le permite recuperar ese disco de hace treinta años.
Aquí cada vendedor establece su criterio personal a la hora de vender un disco, aunque sí que existen requisitos.
Los discos originales de los grupos aparecidos en su primer año y en su país de edición son los más cotizados. Un ejemplo sería un LP de Led Zeppelin, primera edición en Inglaterra, cuyo valor alcanzaría los 300 Euros aproximadamente, mientras que el mismo ejemplar en versión española tan sólo las 5 Euros.
La edición original inglesa de los Kings, que rondaría los 100 Euros. En cuanto a la música española, un disco de Los Brincos alcanzaría las 120 Euros mientras que el mismo en versión sudamericana apenas rozaría las los 20 euros.
Mención especial cobran las portadas con sus diferentes sellos y anagramas. Es el caso del famoso disco censurado de la cremallera, Steaking fingers», diseñado por Andy Warhol para los Rolling Stones. Uno de los más buscados: la música es la misma, pero la portada no.
Algo más importante que la edición o el estado del disco es la demanda. Puede estar nuevo, pero no tener valor. Algo que sucede en el sector de la música clásica o en el Jazz, totalmente depreciada, donde el coleccionista se ha pasado al CD.
Por tanto, si usted es titular de alguna rareza musical (hay gente que colecciona marchas militares) y decide vender, sepa que la mayoría de las tiendas especializadas compra por lotes, llegando a pagar incluso hasta 60 Euros, aunque algunas, excepcionalmente, lo hacen por pieza.
Al margen de las conocidas megaestrellas como Beatles, Presley, Rollings, Bowie, Dylan, Hendrix o Sinatra, lo más cotizado son los pequeños artistas, aquellos poco conocidos, que en su día, sacaron a la luz reducidas y promocionales tiradas sin mucho éxito.
De los estilos más buscados, es el rock de los sesenta y setenta el que se lleva la palma.
Desempolve y examine detenidamente sus vinilos y compruebe ediciones, fechas, anagramas y portadas; porque a lo mejor usted, ignora que tiene en posesión una estupenda discoteca cuyos ejemplares son valiosos.El coleccionismo del vinilo es un valor en alza. El vinilo se paga, y se paga bien, a pesar de la extinción del disco, cuyo origen de ésta es la llegada de nuevas tecnologías.
Con CD o reediciones, o MP3 se puede tener un acceso más fácil y rápido a esos discos cuyos originales en vinilo valen más de 3000 Euros, Esos originales sólo se encuentran en un mercado limitado de tiendas especializadas de compraventa o segunda mano.
Son muchos los coleccionistas del vinilo debido al carácter nostálgico que encierra, por rememorar una época. El colorido de sus portadas, la estética retro o la parafernalia que lo envuelve, más importante a veces que la música.
Hay que saber que, estas piezas de melómanos no están al alcance de todos los bolsillos. En la actualidad, y según los expertos, existen dos tipos de coleccionistas.
El normal, aquél que hace referencia al seguimiento de un cantante, banda o estilo musical, y al que no le importa que no sea una primera edición, y el coleccionista llamado de élite o serio, que rara vez llega a la tienda.
Según la situación actual, lo difícil es conseguir una primera edición o el original del artista.
El perfil del coleccionista es el de una personas de entre 30 y 40 años, de clase media e inquietudes culturales importantes, cuyo nivel económico le permite recuperar ese disco de hace treinta años.
Aquí cada vendedor establece su criterio personal a la hora de vender un disco, aunque sí que existen requisitos.
Los discos originales de los grupos aparecidos en su primer año y en su país de edición son los más cotizados. Un ejemplo sería un LP de Led Zeppelin, primera edición en Inglaterra, cuyo valor alcanzaría los 300 Euros aproximadamente, mientras que el mismo ejemplar en versión española tan sólo las 5 Euros.
La edición original inglesa de los Kings, que rondaría los 100 Euros. En cuanto a la música española, un disco de Los Brincos alcanzaría las 120 Euros mientras que el mismo en versión sudamericana apenas rozaría las los 20 euros.
Algo más importante que la edición o el estado del disco es la demanda. Puede estar nuevo, pero no tener valor. Algo que sucede en el sector de la música clásica o en el Jazz, totalmente depreciada, donde el coleccionista se ha pasado al CD.
Por tanto, si usted es titular de alguna rareza musical (hay gente que colecciona marchas militares) y decide vender, sepa que la mayoría de las tiendas especializadas compra por lotes, llegando a pagar incluso hasta 60 Euros, aunque algunas, excepcionalmente, lo hacen por pieza.
Al margen de las conocidas megaestrellas como Beatles, Presley, Rollings, Bowie, Dylan, Hendrix o Sinatra, lo más cotizado son los pequeños artistas, aquellos poco conocidos, que en su día, sacaron a la luz reducidas y promocionales tiradas sin mucho éxito.
De los estilos más buscados, es el rock de los sesenta y setenta el que se lleva la palma.
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